Noche de Martes Santo: El Vía Crucis.
Zamora, mágica a media luz. A su cintura, las murallas, y a sus pies, el río.
Y a través de este mismo río es llevada la escultura del Nazareno, perteneciendo a la parroquia de San Frontis, situada a la orilla izquierda del río, donde viven hortelanos y humildes obreros. Ellos trajeron cariñosamente la estatua a la catedral hace sólo unos días y será devuelta a su parroquia el Martes Santo por la cofradía de Jesús del Vía Crucis, fundada en 1941.
Los penitentes del Martes Santo llevan hábitos de estameña blanca y púrpura y llevan el paso de las catorce estaciones del Vía Crucis que da su nombre a la cofradía.
La Virgen de la Esperanza le acompaña en su regreso. Esta dulce escultura, esculpida por Víctor de los Ríos, es un poema escrito con lágrimas y estrellas. La Virgen María camina detrás de su Hijo y reza junto con Él su propia estación de esperanza.